jueves, 16 de julio de 2015

Tomates secos: cómo hacerlos y conservarlos

Cómo hacer tomates secos

Los tomates secos son una guarnición deliciosa para carnes ensaladas, también se prestan muy bien para aderezar pastas y para la preparación de focaccias y otros tipos de panes, y conservados en aceite son perfectos para el picoteo. Podemos comprarlos ya hechos, pero el sabor de lo que podemos hacer en casa, tal vez con tomates recogidos en nuestro propio huerto, no tiene ni comparación.
Por eso hoy os traemos otro de nuestros trucos de cocina: cómo hacer tomates secos en casa, desde la fase del secado a la preparación de la conserva. ¿Queréis conocer esta receta con tomates?

Cómo hacer tomates secos

Los tomates secos son tomates maduros que han pasado por un proceso de secado, ya sea al sol o al horno, perdiendo su natural humedad, y por consiguiente el sabor del tomate se intensifica. Pueden secarse al sol, que es la manera ‟clásica” pero requiere de muchos días, o al horno, y en un solo día tendremos los tomates secos. Veremos las dos opciones

Primera fase: limpiar y preparar los tomates

Podéis usar cualquier clase de tomates, pero los más aconsejados son los tomate pera, por su menor contenido de agua. Se deben lavar muy bien con agua corriente y secarlos con papel de cocina. Luego se cortan a la mitad o en cuartos, y se saca el centro si es muy duro

Segunda fase: el secado

  • Al sol: disponer los tomates sobre una fuente, con las semillas hacia arriba, separados entre sí. Condimentar con bastante sal y si lo deseáis alguna hierba aromática, cubrir la fuente con una red tipo mosquitero para evitar que se acerquen los insectos, y poner los tomates al sol. Más fuerte es el sol y menos humedad ambiental hay, más rápido se secarán los tomates, por lo que se aconseja preparar los tomates secos en verano. Cuando el sol baja, llevar la fuente dentro casa, y volverla a sacar el día siguiente. Esta operación debe repetirse por varios días, alrededor de una semana, hasta que los tomates estén bien secos.
  • Al horno: este método es mucho más rápido, aunque el secado es menos eficaz, por lo que los tomates tienden a conservarse por menos tiempo. Disponer los tomates sobre una fuente de horno de la misma manera que en la explicación anterior, y llevarlos al horno a 65 º por al menos 6 horas, dándolos vuelta de vez en cuando. Cuando los tomates hayan perdido la humedad y estén duros y no pegajosos, es tiempo de quitarlos del horno.

Tercera fase: la conserva

Una vez que los tomates se han enfriado, poner dentro de un bote de cristal previamente esterilizado, junto con un diente de ajo, albahaca y un poco de pimienta, apretándolos un poco para que quede poco aire entre tomate y tomate, pero teniendo cuidado de no estropearlos. Cubrir completamente con aceite de oliva extravirgen y asegurarse que no queden bolas de aire dentro del bote. Si es necesario después de unas horas volver a poner aceite para que los tomates queden completamente sumergidos. Si el proceso de secado se ha realizado correctamente, los tomates secos durarán varios meses. Es aconsejable esperar al menos una semana antes de consumirlos para que la conserva coja sabor.
Información cogida del blog: http://www.pequerecetas.com/

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